Un tercio de los contribuyentes marcan la casilla de la
Iglesia en su declaración de la renta. Un ejercicio de
libertad y de solidaridad en una sociedad en la que nadie
se debe quedar atrás, donde unos somos responsables de
otros.
Estamos a las puertas de tener que volver a hacer la
declaración de la renta, conocemos los resultados de la
declaración de la renta que realizamos en los meses de
abril a junio de 2020. Se refieren estos datos a la situación
de la economía en 2019. En concreto, en relación a la
casilla de la Iglesia en el IRPF han sido muy positivos:
más de 106.000 personas han marcado esa casilla en su
declaración de la renta. En total, más de siete millones
doscientas mil personas han elegido libremente apoyar a la
Iglesia católica de esta forma. Si nos fijamos en las
declaraciones que se hacen conjuntas, son más de ocho
millones y medio los impresos que llevan marcada esta
casilla. Desde el punto de vista económico, dieciséis
millones de euros más respecto de lo que los
contribuyentes decidieron destinar a la labor de la Iglesia
en el ejercicio anterior.
El sistema vigente, que se ha adaptado en España desde el
año 2007, no tiene ninguna asignación en los Presupuestos
Generales del Estado; es respetuoso, por tanto, con la
voluntad del contribuyente, y libre, además de adecuado a
la situación económica que atraviesa el país en cada
momento. Si hay más ingresos, el 0,7% correspondiente
de la casilla es mayor. Si la economía está más debilitada,
lo destinado a la Iglesia será menor. Así se entiende que en
todas las comunidades autónomas haya ascendido el
porcentaje asignado a la Iglesia: por una mejor situación
económica. Si tomamos la cantidad de manera individual
y personal, algo más de 35 euros de media destina cada
persona que marca la casilla anualmente a la Iglesia
católica y a toda su labor.
Año a año se observa un crecimiento en el número de
declarantes. Si el dinero asignado a la Iglesia depende de
varios factores, como son la situación económica, la renta
de los asignantes, el número de personas que marcan la
casilla de la Iglesia, etc. Sin embargo, el número de
personas que eligen la X de la Iglesia es un número
absoluto que ha crecido en los últimos años. En la
declaración de la renta realizada el año pasado
correspondiente al ejercicio fiscal de 2019 el crecimiento
ha sido especialmente significativo. El escenario ha sido
de pandemia, lo más crudo y duro en una situación que
seguimos viviendo, pero ahí se ha sabido reconocer todo
el bien que la Iglesia hace.
Todos tenemos que agradecernos a todos la sensibilidad
ante las situaciones de necesidad y de debilidad que sufrimos.