Romería Ntra. Sra. de la Victoria de Lepanto con motivo de su Año Jubilar

El pasado 29 de mayo de 2021, con motivo del Año Jubilar Mariano concedido por el Papa Francisco por el 450 aniversario de esta advocación hemos peregrinado a este santuario situado en Villarejo de Salvanés, perteneciente a la Diócesis de Alcalá de Henarés, en el Sureste de la Comunidad de Madrid, a la altura del kilómetro 50 de la autovía A-3.

Allí nos lucramos con la indulgencia jubilar concedida por la Iglesia. Una vez cumplidos los requisitos se nos perdona la pena temporal que merecemos por nuestros pecados. Al mismo tiempo, se nos invita a ser misericordiosos con los demás, como Dios lo es con nosotros.

Nos juntamos para esta cuarta excursión, que toma el matiz de “Romería mariana”, 16 familias, y cerca de 50 personas. En el Santuario y Convento de la Ntra. Sra. de la Victoria dos guías excepcionales nos contaron la historia del pueblo y del papel tan fundamental que desempeñó la imagen de Santa María en la victoria de Lepanto un lejano 7 de octubre de 1571. A sus pies celebramos la Eucaristía e imploramos su auxilio para las batallas de cada día. El combate es distinto del acontecido en el siglo XVI, pero las armas son las mismas: el santo Rosario, el cual rezamos al inicio de la Romería.

Visitamos la Fortaleza de la Orden de Santiago, emblema del pueblo, cuya construcción data de los siglos XIII-XIV. También la Casa de la Tercia, centro administrativo de los impuestos y residencia de los caballeros de la Orden de Santiago. Actualmente alberga un Museo Etnográfico (en la zona de la bodega) y una sala de exposiciones temporales (en la zona del granero) con el título “Open doors”. Los artistas han intentado reflejar el mundo imaginario escondido tras la cerradura.

Aprovechamos a conocer una Almazara donde descubrimos el proceso que se lleva a cabo para la obtención de aceite y por unos minutos fuimos unos expertos catadores.

Recuperamos fuerzas con la comida agrupados por familias en el Parque Ramón, totalmente equipado y situado a las afueras del pueblo. Un rico bizcocho y un aromático café preparados por Pedro fue un precioso detalle apreciado por todos.

Terminamos la Romería disfrutando en familia de una súper yincana donde no faltaron risas, bailes y canciones. Diversas pruebas tenía que realizar cada grupo con las que se obtenía un retazo de una frase cuya composición final rezaba el mensaje del Año Jubilar.